La evolución y la capacidad de adaptación son fundamentales cuando se trata de mantener el estatus de jefe de la jauría. La KTM 1290 SUPERDUKE R EVO es una bestia; una bestia evolucionada. Gracias a sus suspensiones semiactivas (SAT), esta bestia es capaz de adaptarse a la superficie de la carretera y a las acciones del piloto. Tenemos que reconocer que, a primera vista, tiene una perspectiva aterradora para cualquiera que quiera intentar domarla.
Su motor V-Twin LC8 de 1301 cc se ha optimizado para que sea aún más ligero, pero conservando su gran par motor (140 Nm) y sus 180 CV de pura potencia. Para que lo sepáis, este motor marca el listón de la evolución del V-Twin. Además, el chasis (de 2 kg menos que la generación anterior) utiliza el motor cómo elemento portante para aumentar la rigidez torsional y, en este caso, hace que la KTM 1290 SUPERDUKE R EVO sea 3 veces más rígida que su predecesora. Esto permite que el piloto pueda tener una posición de conducción natural, inspiradora de confianza, que se traduce en un pilotaje más rápido.
Su manillar tiene 4 opciones de posición para que el piloto pueda ponerlo en la posición que más le guste. Éste facilitará el acoplamiento en las rectas y el ataque en las curvas. Por otra parte, su óptica delantera en LED es de aspecto afilado y amenazante y realza el estilo de esta bestia sobre dos ruedas, además de proporcionar la toma de admisión y proporcionar una muy buena iluminación tanto de día, cómo de noche.
Por último, tenemos que decir que no hay mucho que hablar de su carrocería, ya que hay muy poco de lo que hablar. Es así cómo nos gusta; de aspecto agresivo y amenazante. Cada panel y tapa de la carrocería se ha medido para que tenga un grosor y un peso óptimos, que eran los objetivos que se tenían. Lo único que ha permanecido intacto es el grueso de su carácter.